“Why do you go away? So that you can come back. So that you can see the place you came from with new eyes and extra colors.
And the people there see you differently, too. Coming back to where you started is not the same as never leaving.”

Singapore Skyline

Singapore Skyline

domingo, 30 de octubre de 2016

I have a need for your voice


At the outpouring of your voice, its gentleness





Miguel Hernández


Mi poeta preferido en mi ya tercera lengua, no sé si es la belleza intrínseca de sus versos, pues así como en español su armonía es sublime, la verdad es que al escucharlo resonar en mi cabeza en inglés debo confesar que parte de su belleza se conserva intacta.

Será que la poesía es el lenguaje oculto del alma, que todos hablamos sin saberlo y que a veces utilizamos sin quererlo. Los versos son un mero medio de transporte de los sentimientos, la lengua nos hace vibrar con ellos y nos convierte en cómplices con su irremisible cadencia.


I have a need for your voice,





MH (30 Octubre 1910 - 28 Marzo 1942)







viernes, 14 de octubre de 2016

In the mood for love




In the mood for love o la ternura de un amor imposible impregnando de levedad y peso cada fotograma.

Cada mirada perdida o encontrada, cada amago de sonrisa desdichada o desechada, cada gota de lluvia destila su propia soledad pese a formar parte del suave chaparr
ón iluminado bajo la luz de cada solitaria farola nocturna.

Sorprendente descubrimiento del director hongkonés Wong Kar-wai, aflorando emociones y transportándonos a un universo donde los secretos que desbordan del corazón acaban custodiados en el interior de las piedras del antiguo reino khmer para toda la eternidad.

El título original en chino significa algo así como "los años floridos", en relación con una metáfora china acerca del tiempo que transcurre de forma inexorable y marchita las flores de la juventud, belleza y el amor antes de reincarnarse de nuevo en otros seres, en otros tiempos.

El amor perfila cada escena y agoniza lentamente al comp
ás de la música de Yumeji, cuyas notas desprenden una melancolía extrema.






jueves, 29 de septiembre de 2016

The disorientated




On parle souvent de l'enchantement des livres. On ne dit pas assez qu'il est double. Il y a l'enchantement, et il y a celui d'en parler.

Les désorientés, de Amin Maalouf tiene todo el encanto necesario para leerlo releerlo y comentarlo.
Dejarse llevar por un puñado de apátridas nostálgicos. Por esos reencuentros que tanto nos tocan la fibra a los que estamos lejos.

Rien ne remplace ces moments où des amis se retrouvent, partagent leurs idées, leurs rêves, leurs repas !
Rien ne remplace la chaleur d'une bande d'amis. Rien, ni le travail, ni l'argent, ni la vie familiale.



Una amistad forjada de principios e ideales, donde la libertad de crecer encuentra sus amarras en un puerto seguro donde se guarda la inocencia de los sueños y proyectos de aquel tiempo donde los corazones no conocían desengaños y nada estaba perdido.

Les principes sont des attaches, des amarres ; quand on les rompt, on se libère, mais à la manière d'un gros ballon rempli d'hélium, et qui monte, monte, monte, donnant l'impression de s'élever vers le ciel, alors qu'il s'élève vers le néant.


Donde nada es blanco y negro y todo tiene su matiz; traición y fidelidad se entremezclan y a veces el equilibrio se encuentra al elevarnos por encima de la catarsis de esos dos sentimientos.

Ce serait simple si, sur les chemins de la vie, on devait juste choisir entre la trahison et la fidélité. Bien souvent on se trouve contraint de choisir plutôt entre deux fidélités inconciliables ; ou, ce qui revient au même, entre deux trahisons.


Deseos de libertad humanista, deseos de un mundo mejor sin tabúes ni imposiciones religiosas, sociales o políticas. Deseos de un gobierno que eduque a cada ciudadano en el máximo desarrollo de su libertad individual mientras vela por la libertad colectiva.

Si les hommes et les femmes pouvaient parler ouvertement de leurs relations, de leurs sentiments, de leurs corps, l'humanité entière serait plus épanouie, plus créatrice.

Dans une société comme la nôtre, la honte est un instrument de la tyrannie. La culpabilité et la honte, c'est ce que les religions ont inventé pour nous tenir en laisse! Et pour nous empêcher de vivre!

Le pays où tu peux vivre la tête haute, tu lui dois tout, tu lui sacrifiés tout, même ta propre vie; celui où tu dois vivre la tête basse, tu ne lui donnes rien. Qu'il s'agisse de ton pays d'accueil ou de ton pays d' origine.


De verdades tan desgarradoras como reveladoras.

Visiter les lieux de son enfance, c'est une pratique masochiste. On cherche à être déçu et, pas de surprise, on l'est.


Como todas las emociones que han impregnado mis dedos al pasar cada p
ágina.


La mémoire des mots se perd, pas celle des émotions.

Y siempre, siempre, caminando con ligereza y un libro entre las manos; manteniendo la esperanza de un horizonte más azul sin importar el ritmo, la frecuencia ni la fuerza de las mareas.





Mieux vaut se tromper dans l'espoir 
qu'avoir raison dans le désespoir.



lunes, 15 de agosto de 2016

What is philosophy for?



“Hacen bien, ¡qué diablos! La física sirve para muchas cosas, mientras que la filosofía no sirve para nada. Ya lo dijo, conste, un filósofo, el patrón de los filósofos, Aristóteles. Precisamente por eso soy yo filósofo, porque no sirve para nada serlo. La notoria inutilidad de la filosofía es acaso el síntoma más favorable para que veamos en ella verdadero conocimiento. Una cosa que sirve es una cosa que sirve para otra, y en esa medida es servil. La filosofía, que es la vida auténtica, la vida poseyéndose a sí misma, no es útil para nada ajeno a ella misma. En ella, el hombre es siervo de sí mismo, lo que quiere decir que sólo en ella el hombre es señor de sí mismo. Mas, por supuesto, la cosa no tiene importancia. Queda usted en entera libertad de elegir entre estas dos cosas: o ser filósofo o ser sonámbulo. Los físicos en general, van sonámbulos, dentro de su física, que es el sueño egregio, la modorra genial de Occidente”


Ortega y Gasset


Desde nuestra más tierna infancia nos enseñan que hay cosas que sirven, y cosas que no sirven para nada.
Ya desde pequeñita, cuando decía que quería ser escritora, me advertían: escribir, eso no sirve para nada, tú tienes que ser ingeniera!

Y pensar que, a pesar de crecer en un ambiente en el que los libros que no eran de matemáticas o de física carecían de gran valor me ha hecho apreciarlos más aún si cabe. Supongo que es la magia del idealismo de la niñez, en la que lo cuestionamos todo, en la que no nos dejamos amedrentar fácilmente si creemos realmente que nuestra causa merece la pena. Porque a veces, incluso demasiado a menudo, los adultos se equivocan, pues se encuentran demasiado anquilosados en el engranaje de la sociedad que los dirige y acaban olvidando lo más esencial; y es ahí dónde debemos dejar aflorar la pureza de corazón de los más jóvenes. Ese corazón limpio que poseen solo aquellos que no recuerdan nada que no puedan recuperar, como decía Dalmau en el Angel Oculto de Lorenzo Silva. 

Vivimos nuestras vidas con un objetivo que a veces no es el nuestro, por una causa que no nos pertenece. Siempre a la búsqueda de resultados, sumidos en el engranaje de la sociedad de rutina, del consumo "útil" de nuestras acciones.

No nos dejemos engañar. Son las cosas que "no sirven" las únicas que realmente sirven para construirnos y realizarnos como personas, mejores personas; pues hacen posible que el hombre sea libre, que sea por una vez solamente un fin en sí mismo y para sí mismo sin un motivo externo que lo posea.

Lecturas recomendadas:  "Sobre la libertad" (On Liberty), John Stuart Mill por el placer de sacar a relucir nuestro lado más libertario y excéntrico y "Etica y psicoanálisis", Erich Fromm para arroparnos de puro humanismo.




PD. Gracias Mr RAE por la cita y el libro


lunes, 18 de julio de 2016

Mystic Angkor


Angkor fresca y espumosa en la terraza pseudo-rooftop frente al río.

Anochece y estalla la tormenta. 

La lluvia acalla el tráfico y los rayos iluminan los oscuros confines de la noche incipiente. Un horizonte desnudo de estrafalarios rascacielos, descargado de luces. Barcos de pasajeros alegremente iluminados surcan lentamente el Mekong, acompañados de una acuarela de luz en el agua, una estela de colores luminosa.

Phnom Phen posee una ligereza de la que carecen sus vecinas capitales Bangkok, Hanoi, Kuala Lumpur.... Se notan los últimos 28 años de guerra y sobre todo se sienten los 4 años de genocidio del pueblo camboyano contra sus propios compatriotas (1975-1979). 

Cuantro años de guerra civil y de guerra contra la nauraleza del hombre, destruyedo culturam ciencia, patrimonio, progreso y aniquilando las personas portadoras de tales conocimientos
Donde la barbarie, la locura y la maldad se funden en un sadismo sin límites.

En Tuol Slend, la terrorífica S21 se muestran parte de los archivos de los prisioneros, la mayoría niños, adolescentes, el futuro de la nación y por tanto los mayores enemigos del nuevo régimen... Se encoje el corazón al recordar sus rostros desolados, sus ojos desbordando un terror abyecto y la mas pura incomprensión, y a veces tan solo la desesperanza y el desconcierto ante los acontecimientos.

De Phom Phen en ruta hacia la mística ciudadela de Angkor. Tres días entre ruinas que aunque parezcan eternos se pasan volando. Una antigua magia reberbera en cada una de las piedras recubiertas de historia, de guerras, de musgo, de vivencias.

Angkor Wat se eleva imponente, sobre todo cuando al amanecer y al anochecer recupera sus colores naranjas y dorados de antaño y sus cúpulas majestuosas se reflejan en el inmenso lago excavado a mano que lo rodea. Y entrar con un libro en sus vacías... una, dos, tres, cuatro bibliotecas. Cerrar los ojos y rescatar palabras en páginas de otros tiempos.

Volver una y otra vez a recorrer sus galerías, a descubrir los grabados en las columnas perdurando la erosión, asentarse junto a uno de los pilares y admirar la miríade de mariposas que se han apropiado del templo y sus terrenos. Su efímera vida contrasta con la eternidad que rezuma cada piedra.

Perderse entre las misteriosas caras de Bayan, reflejos del alma de los hombres que parecen esculpidas de forma tan espontánea como premeditada. 

Rompe a llover, gotas repletas de misticismo se abalanzan sobre la ciudad, bajo un sol que espera que el reino de las plantas se alimente y asi fortalecer su esencia firmemente enraizada en esos templos levantados por la orgullosa mano del hombre, y que ahora vuelven a pertenecer a la tierra, y sucumben a ella.


El viaje continúa en Phnom Bakheng y Banteay Kdei, los cuales combinan en sus ruinas el esplendor de la soberbia fuerza de la naturaleza. En Ta Phrom, sus pasadizos secretos filtran los rayos del sol a través de las piedras y de la creciente maleza. 

Y no termina nunca. La lluvia se alterna con el sol cual una traviesa luciérnaga y el aire se despliega con la serenidad de saberse, de una forma u otra, un poco màs eternos.









jueves, 7 de julio de 2016

Inebriate!



Il faut être toujours ivre.

Tout est là:

c'est l'unique question.

Pour ne pas sentir

l'horrible fardeau du Temps

qui brise vos épaules

et vous penche vers la terre,
il faut vous enivrer sans trêve.
Mais de quoi?
De vin, de poésie, ou de vertu, à votre guise.
Mais enivrez-vous.
Et si quelquefois,
sur les marches d'un palais,
sur l'herbe verte d'un fossé,
dans la solitude morne de votre chambre,
vous vous réveillez,
l'ivresse déjà diminuée ou disparue,
demandez au vent,
à la vague,
à l'étoile,
à l'oiseau,
à l'horloge,
à tout ce qui fuit,
à tout ce qui gémit,
à tout ce qui roule,
à tout ce qui chante,
à tout ce qui parle,
demandez quelle heure il est;
et le vent, 
la vague, 
l'étoile, 
l'oiseau, 
l'horloge,
vous répondront:
"Il est l'heure de s'enivrer!
Pour n'être pas les esclaves martyrisés du Temps,
enivrez-vous;
enivrez-vous sans cesse!
De vin, de poésie ou de vertu, à votre guise."

Baudelaire


Yo aún diría más.
Embriagarse de palabras, de atardeceres en la playa, de risas, de amaneceres, de planes imposibles, del batir de las olas en las rocas, de irreductible pasión, de collares infinitos, de saltos, de paseos sin rumbo, de notas de colores, de viajes errantes, de miradas profundas, de esperanza, de horizontes infinitos, de arte, cualquier arte, del azul del océano, del aroma de las flores del frangipani al caer la noche, de melodías adictivas, de bailes bajo la lluvia, de conversaciones al alba, de todas las formas de las nubes en el cielo.

Embriagarse hasta doblegar el tiempo a nuestra indómita esencia y sueños.





martes, 21 de junio de 2016

Eternal sunshine of the spotless mind




How happy is the blameless vestal’s lot!

The world forgetting, by the world forgot.
Eternal sunshine of the spotless mind!
Each pray’r accepted, and each wish resign’d.

Such if there be, who love so long, so well,
Let him our sad, our tender story tell;
The well-sung woes will soothe my pensive ghost;
He best can paint them who can feel them most.


Alexander Pope


Quién de nosotros no ha pensado alguna vez en borrar recuerdos, anular acciones y deshechar pensamientos. Poder hacer realidad esos "no tendría que haber..." o "debería de haber...". Un rebobinado de los hechos para arreglarlos, la repetición de un ensayo que no salió bien.

Kundera decía bien que la vida no es más que un boceto, una obra que no puede retocarse y a la que jamás podremos darle el toque final. No lo decía con amargura, sino con romántico raciocinio, con la certeza de que hay cosas que deben aceptarse con una sonrisa.

Además, renegar del pasado solo nos induciría a repetir los postergados errores en el presente. Hay algunos patrones que, para bien o para mal, no pueden esquivarse. Aunque siempre tenemos elección y no hay determinismo que pueda excusar nuestros actos, cuando nos guía el corazón es difícil pensar con claridad. Estoy segura de que tú también, espontáneo lector, has sentido ese dilema de nostalgia y remordimiento del pasado para al final acabar suspirando un "y, sin embargo, lo volvería a hacer".

Aceptar lo que fue y lo que no pudo ser, y mirar hacia delante con coraje es todo un arte; y como todo arte, requiere esfuerzo y perseverancia, y puede que incluso no llegue a perfeccionarse nunca. Pero al menos lo habremos intentado, lo habremos vivido y eso, vivir y sentir lo que nos ha tocado, eso es, al fin y al cabo, todo lo que debería importarnos.



sábado, 4 de junio de 2016

To women


"Cuando Salinas le habla a una mujer, le está hablando a todo lo que ella le da a ver, a todo lo que nace a partir de ella por el solo hecho de ceder o negarse a su pasion. Catulo y Dylan Thomas y Cesare Pavese y Paul Eluard lo supieron mejor que los dómines de turno; ojalá también ustedes, lectores de esta poesía, hombres de un tiempo que ha roto por fin tantos tabúes idiotas, tantos géneros y casillas y altos y bajos y blancos y negros. Alguna noche de vino y de hierbas fumables, con The Soft Machine o John Coltrane afelpando el aire de reconciliación y contacto, lean en voz alta los poemas de Salinas, dibujen en un tono cegado por la tinta de imprenta ese árbol de poesía que Rilke sintió en el canto de Orfeo. No sé la mejor manera de pagar una larga deuda y recibir a la vez mucho más, infinitamente mucho más de lo que damos."

Julio Cortázar
Paris, 1970


Sublime introducción de Cortázar, digna entrada que "met en bouche" su selección de poemas de Salinas.

De Madrid a París y ahora hasta Singapour ha viajado conmigo ese libro. Ligero vademécum cargado de sentimientos.

Qué diría Salinas de todos los rascacielos iluminados y retroalimentados, de todas las mujeres y hombres que se pasean indolentes en este eterno verano. Con prisa, veloces por el cálido asfalto. Pasos entrecruzados, miradas ausentes, ese vacío desbordado de gente inherente a toda gran ciudad.

La urgencia de las horas, minutos y segundos. Esa que él definía como "prisa, apetito de las lejanías". Puede que Salinas se parara sobre las escaleras de Boat Quay o en los bancos de la bahía que dan al skyline a contemplar el desfile de personas urgentes, el va y viene de coches y gente, las luces de neón de los locales o los incesantes faros de coches bajo las múltiples luces de una de tantas noches sin estrellas.



La semana de abril
de pronto se sintió
una ausencia en el pecho:
jueves, su corazón.
Sí, robamos el jueves.
Ella y yo, silenciosos,
de la mano, los dos.
Le robamos con todo.
Con los circos redondos,
y sus volatineras
tiernas, conceptuosas
doncellas de los saltos.
Con las cajas de lápices,
rojos, azules, verdes,
y blancos, blancos, blancos,
blancos, para escribir
en las diez de la noche
de los cielos más negros
cartas a las auroras.
Con las tiendas sin nadie:
se vendían paisajes,
héroes, teorías,
arpas. Y todo a cambio
de arena de la playa.
De arena tan hermosa
que al mirarla
no se compraba nada
por no dejarla allí
color de carne intacta,
entre plata, entre cobre.
Con todo, sí, con todo.
Con escuelas de adioses
a las sombras y al beso.
Al salir se creían
los cuerpos y los labios
que nunca estaban solos.
Sí, con todo y sin fin.
Delicia de ser cómplices
en delicias, los dos.
Y en el borde del miércoles
ver quedarse parados
almanaques atónitos
—no podían seguir—
mientras tú y yo secretos,
ya más allá del cielo,
del tiempo, de los números,
vivíamos el jueves.

Pedro Salinas






viernes, 27 de mayo de 2016

Bali (I)



East Bali
Denpasar - Ahmed - Jemeluk - Lipah - Gili Islands - Candidasa - Tenganan  - Tirta Gangga - Kuta Selatan - Uluwatu 

En Indonesia hay una isla (una de tantas...) de sobra conocida, Bali.


Una isla mágica, donde milagrosamente el turismo no ha arrancado todo su encanto. Donde se preserva con elegancia el impacto del progreso en el paisaje, pese al incremento de la población y la demanda turística. El encanto de la arquitectura balinesa se dispersa entre palmeras, arrozales y al borde de la costa.

De Depansar directos a Amed, el noroeste de Bali se revela tranquilo y discreto. Recorrer los 14km de costa entre Amed y Culik pasando por Jemeluk, Bunutan, Lipah, Selang, Banyuning y AasCon especial parada en las playas, pantai en bahasa, Pantai Lipah y Pantai Jemeluk, y explorar sus costas entre corales y pececillos en búsqueda de sus impresionantes barcos hundidos. El famoso japanese shipwreck que data de la Segunda Guerra Mundial cerca de Banyuning se puede disfrutar buceando con tubo o con botella.

Dormir con el murmullo de las olas rompiendo en la orilla en el Suriya Rainbow Villa, cenar con música en directo en el Wawa Wewe Beach. Comer en el primer sitio donde ataca el hambre, a poder ser con el mar de fondo, nunca hay que desestimar un límpido horizonte a nuestro alcance.


Desde Amed dejarse embaucar por la llamada de las Gili Islands, en Lombok. Aguas prístinas, playas de fina arena blanca, ni un solo vehículo motorizado.


Gili T con sus bares, restaurantes, playas y un camino de arena y polvo rodeando toda la isla. Conciertos, luces y sillas a pie de playa esperando cada día un nuevo atardecer. El mar rutilante bajos los colores del ocaso. Rojo, amarillo, naranja, morado. Karma Kayak, Sunset Bar, The Exile o Serene Sunset son algunos de los mejores.



Despertarse rodeados de azules frente al mar en Le Pirate o hacia el interior de la isla arropados por los cantos de pájaros y el rumor de una fuente en el guesthouse Pantai Karang. En todo caso, lejos del bullicio de la fiesta que comienza antes del anochecer hasta bien entrada el alba.


Coger la bicicleta y perderse en el centro de la isla. Entre palmeras y las siempre humildes casas de sus habitantes. Ese "hello" con una sonrisa al pasar cerca de cada una. La perenne curiosidad siempre brillando en sus ojos.


Gili Air y Gili Meno silenciosas y austeras, sobre todo Meno. Donde el espectáculo del amanecer o del anochecer se ofrece en su estado más natural, sin bares a la vista, de pie o sentado sobre alguna roca cerca de la costa.


Bajar de nuevo desde North East Bali hacia el sur a lo largo de la volcánica costa este de arena negra. Un color que no resta encanto a su alfombra de colores salpicada de peces.
En Candidasa se recupera el bullicio de gentes y el tráfico en la carretera. Dormirse y despertarse frente al mar en The Natia, cenar local en un sencillo jardín terraza iluminado en el Warung Boni.




Cerca de Candidasa, hacia el interior y entre montañas, el pueblo de Tenganan, habitado por la tribu indígena Bali Aga, se conserva quasi intacto pese al paso de los años. Las casas mantienen la arquitectura tradicional balinesa con algunos añadidos de la vida moderna, y los antiguos templos desafían con gracia el avance del tiempo.
Al llegar a la entrada, un guía local se ofrece voluntario para visitar el pueblo y, si tenéis suerte, llevaros hasta el interior de su casa. Agricultura y artesanía son las bases de su economía, y no falta un telar en cada casa.
Las reglas del pueblo para preservar intacta la tradición son sumamente estrictas. Solamente aquellos nacidos en Tenganan pueden vivir en él, y si alguno de sus habitantes decide casarse con alguien externo, deberá abandonar el pueblo. Afortunadamente, existen algunas reglas a la hora de concertar enlaces entre la gente del pueblo y evitar los peligros ineluctables de la genética.
Evidentemente, todas las ascentrales tradiciones y ceremonias se reviven con rigor y dictan la vida del pueblo en sus tres acontecimientos principales, desde el nacimiento hasta el casamiento y la muerte. Entre ellas destaca la preservación de la música Gamelan balinesa cuyos sonidos graves de percusión se endulzan con el xilófono que los acompaña.
Respecto a la artesanía, producen un tipo de tela único, el Geringsing, confeccionado con el arte del doble ikat, una técnica de teñido de patrones basada en a
taduras sobre las hebras que se realizan antes de tejer la tela. Muchos de los diseños son exclusivos y reservados para ocasiones especiales como matrimonios y ceremonias religiosas.


Continuando la ruta hacia el norte llegamos al palacio del agua de Tirta Gangga, cuyo nombre significa agua del Ganges. Construido en 1948 por el Rajà de Karangasem, fue destruido casi completamente por una erupción del monte Agung en los años sesenta, y como lo vemos hoy es gracias a las labores de recontrucción que se llevaron a cabo restaurando cada ápice de su regia elegancia.
Estanques y piscinas enarboladas de estatuas de piedra y caminos flotantes, y en su centro, una fuente de once escalones. Once, pues según los antiguos hindúes, representa el equilibrio de las emociones, el pensamiento y el espíritu. Si 1 significa la pureza y el comienzo, 11 duplica la fuerza de dichos atributos.



Finalizar el recorrido en la península de South Kuta.
En lo alto de la escarpada costa en el Romeo Beachfront Bungalow, que más que Beachfront resultó ser Horizontfront. Bajar unos numerosos y toscos escalones esculpidos entre las piedras para llegar a la playa Pantai Bingin, donde degustar sobre cojines desde una elevada roca el plato del día con las verduras frescas del mercado preparadas por una agradable Ibu (que significa madre en bahasa) balinesa. Acabar el día de cena en la terraza del Cashew Tree, con un menú tan sano como variado.



Y, para concluir en douceur, direccióPura Uluwatu, el templo Uluwatu, bien antes de que se acerque el ocaso, para disfrutar de toda la gama de colores de otro, mas siempre diferente, anochecer.

Este famoso templo balinés del mar dedicado al dios hindú Rudra del viento y tormenta, está situado al borde de un acantilado de 70
metros sobre el mar, sus jardines bordean la costa, sus rebordes se encuentran salpicados de adelfas de colores.

El paseo propicia la armonía y abstracción, con el mar rugiendo a nuestro lado. Solo una cosa es capaz de devolvernos a la realidad: los numerosos monos que habitan el recinto del templo y cuyo pasatiempo favorito es agenciarse gorros, botellas y cualquier objeto a su alcance de los incautos turistas, quienes, aunque avisados, u olvidan o se sienten irremediablemente atraídos por los traviesos macacos.


De nuevo un anochecer donde permanecer absortos, la mente vac
ía, con el sonido de las olas deshaciendo su manto de encaje sobre las rocas al tiempo que se encienden las nubes en el horizonte. Todo es posible en el ocaso, donde día y noche se confunden, donde nos sentimos libres y parece que lo sueños están cada vez más cerca de hacerse realidad...



lunes, 16 de mayo de 2016

One chord out of the two strings




"How shall I hold my soul so it does not
touch on yours. How shall I lift it
over you to other things?
Ah, willingly I’d store it away 
with some lost thing in the dark, 
in some strange still place, that 
does not tremble when your depths tremble. 
But all that touches us, you and me, 
takes us, together, like the stroke of a bow, 
that draws one chord out of the two strings. 
On what instrument are we strung? 
And what artist has us in their hand? 
O sweet song." 

Rilke

El sonido de la armonía de dos almas entrelazadas, no hay canción más dulce ni notas más anheladas. Todos tenemos un corazón que late, libre, que a veces se desacompasa y se desajusta, pero nunca se para... en fin, nunca pensamos que vaya a pararse. Es más, tendemos a olvidar que llegará ese momento de frío y desamparado silencio, sobre todo ahora que el corazón se desboca en el pecho.

La cuerda del instrumento, la arteria que tensa el arco que dispara la vida entre las venas. La levedad del bombeo cuando se sabe que el tiro ha sido certero. La melodía se expande y el alma vibra, resuena y amplifica cada nota, la contrae en su membrana, la inspira y la devuelve al aire que la transporta allende los mares, donde nadie puede tocarla, y, sin embargo, se tocan.

Nada se sabe del artista, del músico que suavizó las aristas y esbozó desde la nada los acordes de una sonrisa. Pudo ser capricho del destino, o del mismo universo que tras la gran explosión y la consecuente expansión del espacio se empeña en atraer esos pedacitos de materia que se perdieron en el cielo. Algún cielo.

Ah, la dulce canción de unos versos venidos desde Bohemia hasta Asia a través del tiempo.


domingo, 8 de mayo de 2016

Hanoi



Hà Nội, antigua capital del Vietnam del norte, desde 1975 capital de todo el país al terminar el encarnizado e inhumano conflicto norte-sur. La ciudad, al igual que todo el país sufrió con dureza las inclemencias de la guerra, la infame crueldad de una división dictada por una minoría. Ah, las guerras, tristes guerras si no es amor la empresa, sean donde sean.

Sin embargo, las heridas cicatrizan bajo una capa de polvo, un manto de polución sobre del bullicio de los scooters, del conglomerado de espontáneos puestos de comida en la calle, todo alternado por los árboles milenarios, postreros retractores del asfalto.


Hanoi se acuesta relativamente pronto comparada con su vecina sureña Ho Chi Min, pero se levanta temprano, muy temprano. Es ahí donde se desvela su magia. 
Los noodles que se cuecen en la calle, esos pho matutinos bajo las primeras luces del alba, junto al barbero improvisado que instalado junto a una de las míticas sillas de plástico de colores y una palangana aguarda a que sus clientes acaben de desayunar. Los scooters aún duermen y se puede pasear la tête dans l'air, con pasos despreocupados sin temor de ser atropellados.

Bajo las brumas de la aurora gente de todas las edades se ejercita junto al lago Hoàn Kiếm Lake, en el corazón de la villa. Su nombre significa "Lago de la espada restaurada", en honor a una leyenda popular en la que la que el Dios de la Tortuga Dorada se le apareció al emperador para reclamarle su espada. El emperador Lê Lợi, habiendo derrotado al invasor chino restauró la espada a su legítimo dueño y, en agradecimiento a aquel Dios, le construyó un palacete en una pequeña isla de dicho lago.
Durante muchos años, las llamadas tortugas Swinhoe, animal en peligro de extinción (probablemente ya extinto mientras escribo estas líneas), mítico y adorado por los vietnamitas, poblaron este lago, sin embargo dicen que desde este año no se han vuelto a ver más. Parece que la contaminación derrotó a ese Dios de la Tortuga Dorada que no pudo defenderse pese a haber recuperado su espada.
De noche el lago se ilumina de luces de colores, y se respira una leve brisa que agita los árboles que lo rodean...




La visita al templo de la literatura, Văn Miếuera más que obligada. Dedicado a Confucio, fue construido en 1070 y fue también sede de la primera universidad de Vietnam. Hogar de estudio y sabiduría, sus muros aún guardan algo del misterio que impregna tantos siglos de saber. Helàs, los textos y poemas desplegados en su interior, en los jardines, se encuentran sin traducción. Leer poesía en vietnamita antiguo, ese super poder que se encuentra al final de mi extensa lista.


La ciudad imperial Thang Long de Hanoi, sin ser tan impresionante como la de Hue, también nos teletransporta al pasado. La ciudadela se compone de algunas ruinas y palacios reconstruidos habilitados como salas de exposiciones sobre la cultura vietnamita. Bonsais de todos los tipos y tamaños se encuentran esparcidos por doquier. En el mismo recinto, se encuentra el mausoleo de Ho Chi Min y se pueden visitar los búnkeres y oficinas de mando perfectamente recreadas que el general y sus hombres utilizaron en la guerra de Vietnam.



Pero lo mejor, sin duda, es dejarse llevar, pasear por sus calles, esquivar motos, sortear las bicicletas repletas de flores, y perder la mirada en los vivos colores decadentes de casas y tejados, la diversidad de sus balcones, el entrelazado de los cables de comunicación engalanando las calles.




Para dormir, basta con dejarse caer en cualquiera de los múltiples hostales y bagpackers de la calle Ngõ Huyện, en el barrio de Hàng Trống - Hoàn Kiếm.
Mención especial al spa Midori, de los mejores que he probado en Asia y uno de los pocos lugares de masaje respetables que además promueve la reinserción de invidentes.

Comer sencillo, local, rico: Linh's KitchenCong Caphe y su terraza rescatando las paredes de un viejo templo, Cha Ca Anh Vu y su menú único de pescado marinado riquisisímo y Quan An Ngon, con un amplio biergarten iluminado y una extensa carta de especialidades locales.

Sin olvidarse de probar la famosa Bia Hoi, lo más parecido a las cañas que puede encontrarse en Asia. La cerveza, bia, se bebe fresca del día, y cuando se termina, pues se termina. Así que no conviene ir demasiado tarde... Su contenido en alcohol es bajo, es fresca y refrescante, lo que propicia el dejarse caer por uno de los cafés-barecillos que asaltan cada esquina con sus mesas e infantiles taburetes de plástico de colores

Y finalizar con una escapada hacia lo alto, para alejarse del caos de las calles, de su movimiento constante, a vista de pájaro.


Desde el "Skyline", rooftop de un antiguo hotel en el casco viejo se contempla la fusión del Old Hanoi y New Hanoi al mismo tiempo. Con sus sofás de cuero sesenteros y un tocadiscos que evoca melodías lejanas. Supongo que hay encantos que perduran y se niegan a abandonar su momento en el tiempo.



"Wheresoever you go, go with all your heart."

Confucious