“Why do you go away? So that you can come back. So that you can see the place you came from with new eyes and extra colors.
And the people there see you differently, too. Coming back to where you started is not the same as never leaving.”

Singapore Skyline

Singapore Skyline

lunes, 18 de abril de 2016

Soul wanderer



El alma, ese misterio incorp
óreo que muchos deseamos atrapar, pero que sobre todo nos resistimos a dejar marchar.

El cuerpo muere pero el alma permanece, y con ella nuestros pensamientos y nuestras emociones, queremos pensar que todos esos sentimientos no se ver
án jamás abocados al vacío de la nada. Que serán luces incorpóreas que rellenarán espacios, sonrisas y momentos. Que rellenarán los recovecos de los sueños inconclusos.

Para creyentes y la mayoría de no creyentes, es vital el preservar como última instancia la deidad única de nuestra humanidad. Nuestra alma es la postrera portadora de nuestra integridad en este mundo lleno de yos hegemónicos que subrepticiamente nos acosan para tomar el control de nuestras mentes y nuestras acciones.

Como Pereira sostuvo hace algunos años, el dilema del bien y el mal contrapuesto con el qué dirán acecha a toda generacion y todo tiempo. Podemos gozar de más libertad, pero al final solo la libertad que elegimos ejercer es la que cuenta.

Fotograma de Sostiene Pereira (1995)

"Quisiera hacerle una pregunta, dijo el doctor Cardoso, ¿conoce usted los médecins philosophes? No, admitió Pereira, no los conozco, ¿quiénes son? Los más importantes son Théodule Ribot y Pierre Janet, dijo el doctor Cardoso, fueron sus obras lo que estudié en París, son médicos y psicólogos, pero también filósofos, propugnan una teoría que me parece interesante, la de la confederación de las almas. Explíqueme esa teoría, dijo Pereira. Pues bien, dijo el doctor Cardoso, creer que somos «uno» que tiene existencia por sí mismo, desligado de la inconmensurable pluralidad de los propios yoes, representa una ilusión, por lo demás ingenua, de la tradición cristiana de un alma única; el doctor Ribot y el doctor Janet ven la personalidad como una confederación de varias almas, porque nosotros tenemos varias almas dentro de nosotros, ¿comprende?, una confederación que se pone bajo el control de un yo hegemónico. El doctor Cardoso hizo una breve pausa y después continuó. Lo que llamamos la norma, o nuestro ser, o la normalidad, es sólo un resultado, no una premisa, y depende del control de un yo hegemónico que se ha impuesto en la confederación de nuestras almas; en el caso de que surja otro yo, más fuerte y más potente, este yo destrona al yo hegemónico y ocupa su lugar, pasando a dirigir la cohorte de las almas, mejor dicho, la confederación, y su predominio se mantiene hasta que es destronado a su vez por otro yo hegemónico, sea por un ataque directo, sea por una paciente erosión. Tal vez, concluyó el doctor Cardoso, tras una paciente erosión haya un yo hegemónico que esté ocupando el liderazgo de la confederación de sus almas, señor Pereira, y usted no puede hacer nada, tan sólo puede, eventualmente, apoyarlo."

Pereira sostiene sus ideas con mucho acierto. Tabucchi las pone en escena con un estilo de una ligereza encomiable, tierno y prosaico a la vez. Otra pequeña joya literaria que compartir.

"...la filosofia sembra che si occupi solo della verità, ma forse dice solo fantasie, e la letteratura sembra che si occupi solo di fantasie, ma forse dice la verità."


Sostiene Pereira, Antonio Tabucchi