“Why do you go away? So that you can come back. So that you can see the place you came from with new eyes and extra colors.
And the people there see you differently, too. Coming back to where you started is not the same as never leaving.”

Singapore Skyline

Singapore Skyline

domingo, 8 de mayo de 2016

Hanoi



Hà Nội, antigua capital del Vietnam del norte, desde 1975 capital de todo el país al terminar el encarnizado e inhumano conflicto norte-sur. La ciudad, al igual que todo el país sufrió con dureza las inclemencias de la guerra, la infame crueldad de una división dictada por una minoría. Ah, las guerras, tristes guerras si no es amor la empresa, sean donde sean.

Sin embargo, las heridas cicatrizan bajo una capa de polvo, un manto de polución sobre del bullicio de los scooters, del conglomerado de espontáneos puestos de comida en la calle, todo alternado por los árboles milenarios, postreros retractores del asfalto.


Hanoi se acuesta relativamente pronto comparada con su vecina sureña Ho Chi Min, pero se levanta temprano, muy temprano. Es ahí donde se desvela su magia. 
Los noodles que se cuecen en la calle, esos pho matutinos bajo las primeras luces del alba, junto al barbero improvisado que instalado junto a una de las míticas sillas de plástico de colores y una palangana aguarda a que sus clientes acaben de desayunar. Los scooters aún duermen y se puede pasear la tête dans l'air, con pasos despreocupados sin temor de ser atropellados.

Bajo las brumas de la aurora gente de todas las edades se ejercita junto al lago Hoàn Kiếm Lake, en el corazón de la villa. Su nombre significa "Lago de la espada restaurada", en honor a una leyenda popular en la que la que el Dios de la Tortuga Dorada se le apareció al emperador para reclamarle su espada. El emperador Lê Lợi, habiendo derrotado al invasor chino restauró la espada a su legítimo dueño y, en agradecimiento a aquel Dios, le construyó un palacete en una pequeña isla de dicho lago.
Durante muchos años, las llamadas tortugas Swinhoe, animal en peligro de extinción (probablemente ya extinto mientras escribo estas líneas), mítico y adorado por los vietnamitas, poblaron este lago, sin embargo dicen que desde este año no se han vuelto a ver más. Parece que la contaminación derrotó a ese Dios de la Tortuga Dorada que no pudo defenderse pese a haber recuperado su espada.
De noche el lago se ilumina de luces de colores, y se respira una leve brisa que agita los árboles que lo rodean...




La visita al templo de la literatura, Văn Miếuera más que obligada. Dedicado a Confucio, fue construido en 1070 y fue también sede de la primera universidad de Vietnam. Hogar de estudio y sabiduría, sus muros aún guardan algo del misterio que impregna tantos siglos de saber. Helàs, los textos y poemas desplegados en su interior, en los jardines, se encuentran sin traducción. Leer poesía en vietnamita antiguo, ese super poder que se encuentra al final de mi extensa lista.


La ciudad imperial Thang Long de Hanoi, sin ser tan impresionante como la de Hue, también nos teletransporta al pasado. La ciudadela se compone de algunas ruinas y palacios reconstruidos habilitados como salas de exposiciones sobre la cultura vietnamita. Bonsais de todos los tipos y tamaños se encuentran esparcidos por doquier. En el mismo recinto, se encuentra el mausoleo de Ho Chi Min y se pueden visitar los búnkeres y oficinas de mando perfectamente recreadas que el general y sus hombres utilizaron en la guerra de Vietnam.



Pero lo mejor, sin duda, es dejarse llevar, pasear por sus calles, esquivar motos, sortear las bicicletas repletas de flores, y perder la mirada en los vivos colores decadentes de casas y tejados, la diversidad de sus balcones, el entrelazado de los cables de comunicación engalanando las calles.




Para dormir, basta con dejarse caer en cualquiera de los múltiples hostales y bagpackers de la calle Ngõ Huyện, en el barrio de Hàng Trống - Hoàn Kiếm.
Mención especial al spa Midori, de los mejores que he probado en Asia y uno de los pocos lugares de masaje respetables que además promueve la reinserción de invidentes.

Comer sencillo, local, rico: Linh's KitchenCong Caphe y su terraza rescatando las paredes de un viejo templo, Cha Ca Anh Vu y su menú único de pescado marinado riquisisímo y Quan An Ngon, con un amplio biergarten iluminado y una extensa carta de especialidades locales.

Sin olvidarse de probar la famosa Bia Hoi, lo más parecido a las cañas que puede encontrarse en Asia. La cerveza, bia, se bebe fresca del día, y cuando se termina, pues se termina. Así que no conviene ir demasiado tarde... Su contenido en alcohol es bajo, es fresca y refrescante, lo que propicia el dejarse caer por uno de los cafés-barecillos que asaltan cada esquina con sus mesas e infantiles taburetes de plástico de colores

Y finalizar con una escapada hacia lo alto, para alejarse del caos de las calles, de su movimiento constante, a vista de pájaro.


Desde el "Skyline", rooftop de un antiguo hotel en el casco viejo se contempla la fusión del Old Hanoi y New Hanoi al mismo tiempo. Con sus sofás de cuero sesenteros y un tocadiscos que evoca melodías lejanas. Supongo que hay encantos que perduran y se niegan a abandonar su momento en el tiempo.



"Wheresoever you go, go with all your heart."

Confucious



1 comentario:

  1. Me maravilla la capacidad que tienen de aglomerar una cantidad de cables de lineas eléctricas, de lineas de telefono, etc..., que ocultan gran cantidad del paisaje urbano y que parece que no se caigan nunca. Un desorden ordenado ;)
    En cuanto a lo de las motos, como decía Sun Tzu, en su libro El arte de la guerra (recomendado 100%), "Si no puedes con tú enemigo, únete a él". Así podrías disfrutar de la brisa y evitar los choques que se puedan dar, además de un desplazamiento más rápido

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